jueves, 21 de junio de 2018

Crónicas rusas. Día 6.

Ya se han estrenado las 32 selecciones participantes en la Copa del Mundo. Ayer entraban en liza las componentes del grupo H, Japón, Colombia, Senegal y Polonia; las que eran favoritas a llevarse los choques fueron las derrotadas, demostrando de nuevo, que Rusia 2018 es la edición de las sorpresas.
El encuentro del mediodia empezó con emociones fuertes; no se había llegado al tercer minuto y tras una mano clarisima de la Roca Sánchez dentro del área, penalti (estamos casi en una media de uno por partido) y expulsión para el colombiano. De nuevo el VAR fue decisivo, pues el colegiado había continuado con el juego, obviando la infracción. Pena máxima transformada por los samurais y los cafeteros a remar durante el resto del partido. La ventaja echó para atrás a los japoneses, que se agazapaban en su campo, esperando un despiste del rival. A pesar de la ausencia en el once inicial de James Rodríguez, alma máter de la selección colombiana, encerraron a los asiáticos en su área, acumulando ocasiones sobre el arco defendido por Kawashima. Quintero, antes del descanso, con un lanzamiento magistral de falta por debajo de la barrera, empataba el partido (la tecnología de la línea de gol despejó la duda de si había entrado completamente).
A la vuelta de vestuarios, el partido se igualó, se comenzó a notar de manera muy clara, el derroche físico realizado por Colombia en la primera mitad. Ni la entrada de James mejoró a su selección, que recibió el golpe definitivo a veinte minutos del final, con el segundo gol nipón. El marcador ya no se movió, lo que complica la clasificación a octavos de la selección cafetera.
El Polonia-Senegal dejó sorpresa tanto en resultado como en sensaciones. Los europeos venían con buen cartel, liderados por uno de los mejores delanteros del panorama actual, pero ni con esas fueron capaces de plantar cara a los africanos. Si quieren pasar de la fase de grupos, mucho tiene que cambiar la selección dirigida por Nawalka. En el lado positivo del encuentro, destacar las buenas hechuras de los senegaleses, un equipo muy organizado, serio atrás y con alegría en ataque (a pesar del flojo partido de su estrella, Mané). Victoria que le otorga un enorme prestigio al seleccionador senegalés, Cissé (es el entrenador que menos cobra y uno de los menos experimentados), demostrando que en África hay entrenadores de talento, y que lo único que necesitan es oportunidades por parte de las Federaciones.
En ambos partidos se dio una imagen de civismo que esperemos se instale en el resto de encuentros del Mundial, pero diría hasta que en todo tipo de espectáculos deportivos, así como en cualquier aspecto de la vida. Ver a la afición senegalesa y japonesa recogiendo y limpiando las gradas que ocupaban, es de lo mejor que se ha visto en tiempo. Ojalá este hecho no se vea como algo aislado y ni siquiera se destaque, significará que lo realizamos con la mayor de las normalidades.
Acto seguido, Rusia y Egipto se enfrentaron en un duelo decisivo de aspirantes en el grupo A. Los rusos confirmaron las sensaciones del partido inaugural, y con relativa facilidad batieron a los egipcios, que se convierten en la primera selección que hace las maletas rumbo a casa.
Hoy miércoles, Uruguay busca una clasificación que certificaría si derrota a la débil Arabia Saudí.
En el grupo de España, Portugal y Marruecos se enfrentan en un duelo en el que, como no, sólo uno acapara los focos, Cristiano Ronaldo. El Balón de Oro quiere seguir liderando a su selección, y conseguir la primera victoria en la Copa del Mundo.
Nuestra selección se enfrenta a una correosa selección iraní, dirigida por el ex entrenador del Real Madrid, Carlos Queiroz. La roja se va a tener que armar de paciencia para derribar el muro persa.

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