jueves, 30 de agosto de 2018

Mitos y certezas del deporte modesto


La mediatización del deporte de élite ha provocado en la sociedad, la falsa creencia de que todo aquel que llega a un cierto nivel, tiene una vida repleta de lujos y con todas sus necesidades cubiertas. Independientemente de las ganancias económicas del deportista, se le achaca que se dedica a algo que le gusta, cobra por practicar su hobby, y por tanto, es un privilegiado en la vida. Esas afirmaciones, generalmente vagas y sin fundamento, se vienen abajo, cuando realmente se conoce la situación de cualquier deporte, al menos, a nivel nacional.
Si bien el fútbol es una excepción (y no tanto de Segunda División hacia abajo), el resto de deportes lo pasa mal, entre ellos el fútbol sala. Es un caso, del que ni prácticamente los jugadores de Primera División, se salvan. A pesar de ser uno de los deportes más practicados en nuestro país, la inversión es baja, los patrocinios escasos y la atención mediática no es lo suficientemente alta, como para generar ingresos. La Segunda y la Segunda B son el ejemplo de que, incluso, hay que pagar un peaje alto por participar. No es solo que los jugadores cobren poco, es que hay muchos que no reciben ningún tipo de remuneración; sumado esto a los sacrificios de competir en estas categorías. Los desplazamientos implican pasarse muchas veces, un día entero entre el viaje de ida y el de vuelta (que se lo digan al Alzira alicantino, que va a competir en el Grupo 2 de 2ªB contra equipos del norte del País Vaco, Navarra, etc.). Se dan también sacrificios emocionales para jugadores y para el cuerpo técnico, como el dejar de pasar tiempo con la pareja, familia, amigos; o no tener fines de semana de descanso. Todas estas dificultades, muchas veces acaban haciendo mella en los equipos.
Y se preguntarán: si hay más inconvenientes que ventajas, ¿por qué motivo estas personas siguen involucradas en el deporte? La respuesta es sencilla, es por puro sentimiento. La ilusión, la superación, la pertenencia a un grupo que muchas veces se convierte en una familia, el éxito, y en definitiva, el amor a aquello que practicamos, se acaban imponiendo a cualquier impedimento que surja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario